lunes, 15 de marzo de 2010

Poesía azteca


Poetas aztecas

Canto Triste
(de Nezahualcoyotl)
Oye un canto en mi corazón:
me pongo a llorar,
me lleno de dolor:
nos vamos entre flores,
hemos de dejar esta Tierra:
¡estamos prestados unos a otros:
iremos a la casa del Sol!

¡Póngame yo un collar
de variadas flores:
en mis manos estén,
florezcan en mí guirnaldas.
Hemos de dejar esta Tierra:
estamos prestados unos a otros:
iremos a la casa del Sol!

BELLEZA DEL CANTO
Llovieron esmeraldas;
ya nacieron las flores:
Es tu canto.
Cuando tú lo elevas en México,
el sol está alumbrando.
Cant. Mex., f. 22, lin. 25 ss. Probablemente de Motecahzema II, princpios del s. xvi.

POEMA SELECCIONADO
Yo perforo esmeraldas:
yo oro estoy fundiendo:
¡Es mi canto!
En hilo ensarto ricas esmeraldas:
¡Es mi canto!
Cant. Mex., f. 23 R. Del Totaquihuatzin, rey de Tlacopan, al principio del siglo xvi.

Los Huehuetlatolli o "pláticas de los ancianos" son considerados tradicionalmente como el mejor ejemplo de prosa didáctica azteca.


Referencias bibliográficas:

1. Poesía azteca. (2009, febrero). Disponible en:

Crítica psicológica


Crítica psicológica de la obra literaria:
“La madre del traidor”

Género: Épico.
Subgénero: Cuento
Época: Desarrollada en el Realismo, durante la guerra rusa a inicios del s. XX.
Ambiente: Gente rodeada de tristeza, abatimiento, gritos delirantes, heridos, muerte. La ciudad con olor a cadáver.
Espacio: Caminos ensangrentados, soledad, oscuridad.
Valores: Traición, cobardía, soberbia.
Personajes:
1. La madre del traidor (monna Marianna).
Sufre dolor por su hijo, por su patria. Se siente decepcionada del hijo que parió. La desprecian por lo que hizo su hijo y la injurian. Está desesperada por no estar con su hijo y tiene deseos de morir. Al llegar al lado de su hijo y al darse cuenta de la manera de pensar de éste, ella, por su patria prefiere enterrarle un cuchillo en el corazón y consiguientemente se lo entierra ella asimisma.
2. El hijo: joven frío, arrogante, despiadado, buen mozo y alegre. Decide traicionar a su patria poniéndose de lado del enemigo, lucha por sus ideales creyendo que son los correctos, él prefiere estar con la rebelión y no ataca la ciudad porque se encuentra su madre en el interior. Una vez, estando ya su madre con éste, decide atacarla. Pero es asesinado por su propia madre.

Crítica sociológica


Crítica Sociológica
“El collar”
La obra literaria “El collar” muestra la sociedad del s. XIX en Francia. El autor plasma el estilo de vida que llevaban en esa época. Las clases sociales de ese entonces estaban muy marcadas y separadas. El tema que aborda es la pobreza, riqueza, vanidad, orgullo, tristeza, etc. La protagonista Matilde era muy bonita pero le había tocado la suerte de casarse con un empleado con el que nunca podría haber aspirado a entrar a la aristocracia. Pero un buen día, son invitados a un baile pero como ella no tenía recursos para ir ataviada como se merecía, llora por no poder cumplir con esa sociedad que demandaba ropas y joyas caras. La sociedad se refleja llena de vanidad, de materialismo, muy superflua; donde era muy difícil ser aceptado si no se contaba con riqueza. Los valores no era lo más importante, sino contar con un lugar en la alta sociedad. La pobre protagonista no estaba conforme con lo que tenía, a pesar de contar con una sirvienta y con sus necesidades básicas suplidas, pero ella aspiraba a más.
Al extraviar el collar, entra en pánico pues el sólo pensar que su amiga podría tal vez enviarla a la cárcel y además perder su dignidad y orgullo ante una sociedad en la que no encajaba por su estatus económico la hacía perderse en la más grande desesperación. Su esposo al querer apoyarla, decide comprar otro collar, lo más parecido posible, recortar gastos, tener menos de lo que ya tenían y no piensan en otra opción más que quedarse más pobres de lo que ya eran. Sin embargo, el autor al final deja abierta la conclusión, cuando al encontrar a su amiga que le prestó el collar , la protagonista le confiesa todo, que lo ha perdido todo a causa de que perdió su collar y tuvieron que sufrir carencias diez años para poder pagar uno parecido. Cuando su amiga le dice que su collar no era tan valioso, la protagonista demuestra con su actitud que es preferible perderlo todo a perder su orgullo ante la sociedad que probablemente la señalaría y eso sería terriblemente vergonzoso para ella, que lo que soñaba en la vida era convertirse en una “gran señora”.


Alejandra Lisett Villa Félix.
27 de febrero de 2009.

Boom hispanoamericano

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miércoles, 10 de marzo de 2010

Si te gustan las mascotas o te gustaría leer una historia de la vida real, pues aquí está el relato de lo que pasó con mi perro.


“La gran vida de un perro”
Por: Alejandra L. Villa F.

Había una vez una niña que toda su vida había deseado un perrito blanco, pelo chino y de raza pequeña. Pero su mamá no se lo quería conseguir pues pensaba en toda la responsabilidad que implicaba tener en casa un perrito. La tía de la niña conocía su deseo, así que, cuando cumplió doce años su tía le llevó a regalar el perrito anhelado, igual que ella lo pedía, era blanco, pelo chino, pequeño, de la raza french poodle. Este perrito perteneció a una señora joven que se lo habían regalado a ella, pero resultó que iba a tener a su primer hijo y no podía hacerse cargo del perrito; esta señora era amiga de la tía, así que ésta se lo regaló, pero la tía también tenía una niña chiquita que se andaba comiendo la comida del perro; la tía inmediatamente pensó en regalárselo a su sobrina consentida.

Entonces la tía le dijo a la niña: ---Hola hija, ¡feliz cumpleaños!
La niña con ojos de asombro, no lo podía creer: ---¡Qué hermoso! ¿Es para mí?
---Claro que sí, es tuyo,
----Pero mi mamá no va a permitirlo -- Le dijo--- con preocupación.
---No te apures, le dijo, tú llévaselo, se lo enseñas y yo hablo con ella para que lo acepte.
--- Está bien, tía. Muchas gracias.

La niña le llevó enseñar el perrito a su mamá y le dijo: ---¡Mira mamá, lo que me regaló mi tía!
La mamá le dijo: ----¡Ah qué bonito está! ¿Era tu deseo verdad?
---Sí--- le dijo la niña abrazando al perrito.
La tía que iba entrando a la habitación les explica lo de la señora que no pudo cuidarlo por lo de su bebé y asimismo el problema que tenía ella para cuidarlo.
---Esta bien, le dijo su mamá, puedes quedártelo; es un muñeco. Solamente una condición: que tu te vas a encargar de él, lo vas a alimentar, cuidar y limpiar sus necesidades.
---Claro que sí, contestó la niña.

El perrito vivió en la casa como un miembro más de la familia, dormía con la niña en la cama, lo llevaban a pasear en carro o a pie y comía purina o salchichas de pavo. Pasaron seis años y la familia se fue de vacaciones por más de un mes y al perrito lo dejaron al cuidado de la abuelita; pero un día la abuelita no se dio cuenta que el perrito se le había salido y éste se perdió. Cuando regresan de vacaciones los papás le confiesan a la niña lo sucedido y le dijeron que ya habían colocado anuncios en el periódico y hasta en la televisión en el programa del “Circo de Rorrito” sobre el extravío del perrito y que ofrecerían una recompensa. Muchas fueron las llamadas que recibieron y todas eran falsas. La niña lloraba y lloraba pues todo ocurrió en el mes de enero y durante dos semanas estuvo lloviendo. La niña no quería ni pensar que el frío que tendría el perrito, pues éste estaba acostumbrado a dormir entre sus cobijas y cabe mencionar que hasta una de las cobijas era eléctrica, así que dormían muy calientitos el perrito y la niña. Todos los compañeros de escuela, vecinos y amigos sabían del extravío del perrito y mucha gente le ayudó a buscarlo pero sin éxito. Fueron a la perrera, por varios días, avisando de que si atrapaban un perrito con esas características llamaran por teléfono de inmediato. La niña, cada que salía de la escuela, llegaba a su casa, comía algo rápido y salía en busca del perrito. Lo mismo hacía su mamá y hermanos. Por amigos de la familia y preguntando en las colonias aledañas, se comentaba que un perrito con esas características en dos ocasiones al ver la puerta abierta de algún carro, éste se subía, las personas que dueñas del carro se lo llevaban, pero en cuanto llegaban a su destino y abrían la puerta el perrito salía corriendo y no lo podían atrapar, pues éste era muy veloz. Un vecino comentó que cuando la familia estaba de vacaciones, el perrito llegó a ladrar a la puerta del patio, el vecino al verlo lo quiso atrapar pero no se dejó y salió corriendo. Con estos antecedentes, la familia lo buscaba por los lugares cercanos a la casa.

Un buen día cuando la mamá fue a recoger de la escuela al hermanito menor al andar en la búsqueda del perrito, dijo: ---Esta es la última vez que busco al perrito, ya pasaron dos semanas. Cuando da vuelta en una de las calles en la esquina ve varios perritos como el suyo, pero éstos habían sido rapados, entonces ve a un muchacho, dueño de los perros sentado en una de las banquetas y le pregunta si no había visto un perrito parecido a los suyos, que anduviera extraviado por ahí, que se llama “Snoopy” –decía la mamá--- volvía a repetir “Snoopy” con el propósito de ver si alguno de los perros reaccionaba y la reconocía, pero no, ninguno de los perros hacía algún espaviento. El muchacho le dijo que efectivamente había visto un perrito con esas características y que a su vecino le había gustado para su perrita y lo había metido a su casa. La señora inmediatamente llamó a la puerta y salió la perrita peludita, muy coqueta con camiseta. Entonces la mamá le empezó a contar la historia del perrito y al mencionar el nombre de “Snoopy”, el perrito sale corriendo de detrás de la casa y como la puerta del carro estaba abierta, éste inmediatamente se sube y la dueña de la casa grita ---¡Es un milagro! No cabe duda que el perro es suyo. La mamá le agradece por el tiempo que lo tuvieron ahí. ---¡Ah, sí! Y fíjese que cuando llovía mi papá lo metía atrás en un gimnasio para que no pasara frío.
…¡Ay! Muchísimas gracias otra vez, verdaderamente Dios me guió a esta casa.
La mamá y el hermanito llegan a su casa con el perrito y la niña que se estaba calentando una sopa para comer y salir en la búsqueda del perrito, estaba enojada porque su hermano mayor no la quería acompañar a buscar al perrito. Cuando de repente su hermano le dice: ---Alejandra, ¡ay viene mi mamá con el Snoopy!
---No es cierto mentiroso, como eres cruel, te estás burlando de mí.
---¡Qué te digo que es verdad!
En eso, entra gritando la mamá, el hermanito y el perrito corriendo hacia dentro de la casa. La niña los encuentra en el pasillo y no lo puede creer, todos saltan de alegría y el perrito al verla saltaba tan alto como si fuera un cirquero. Todos gritan ¡gracias a Dios!, ¿cómo lo encontraste mamá? ---preguntó la niña--- Entonces la mamá le cuenta toda la historia.
La niña después de darle agua y alimento, inmediatamente se lo llevó para bañarlo, pero cual no sería su sorpresa que venía herido por dos mordeduras de perro, dos hoyos en la carne ya seca, pues el perrito era muy valiente y no le temía a los perros grandes y siempre se les enfrentaba. La niña toda asustada lo lleva a la veterinaria, donde locosen y le dan antibiótico y medicinas. Pero el perrito en la noche se agrava más y pasa tres días en su almohada sin querer comer y con calentura, entonces la niña le daba sus medicinas y lo alimentaba con suero. Dios mío ---decía la mamá--- sino se alivia por favor llévatelo. Sí ---le dijo el papá, sin que los niños escucharan--- mañana ya es el tercer día, si no reacciona te lo llevas y lo dejas con el veterinario para que los niños no lo vean morir. Pero el perrito se recuperó y volvió todo a la normalidad.

No obstante, al siguiente año la niña se enfermó, el perrito no se le separaba ni un instante, cuando la niña iba al baño, éste la esperaba echado en la puerta, si la niña salía al patio, éste la acompañaba. Pero cuando llegó el doctor a revisar a la niña, este dijo:
---No es bueno que el perro esté por un lado de la niña todo el tiempo, así que por favor lo sacan de la recámara.

Alejandra que ya era una señorita comprendió lo que le decía el doctor y aunque triste, aceptó que sacaran al perrito pero con la condición que lo pusieran en una almohada por fuera de la puerta de su recámara.

Pasaron tres meses hasta que Alejandra se alivió; para esto, ya estaba comprometida con un joven apuesto que se quería casar con ella a los tres meses de conocerla. Pero el joven y el perrito no se llevaban bien, pues los dos se ponían celosos por estar con la niña; el perrito no más veía que se le acercaba el novio a la niña, éste lo atacaba y en dos ocasiones, le mordió la pierna encajándole un colmillo y haciéndole un hoyo en el calcetín. El novio lo pateaba y en esas dos ocasiones le sacó sangre del hocico. Alejandra lo que hacía era separarlos y no hallaba qué hacer con los celos de los dos.

Al cabo de un año, se llegó el día de la boda, el regreso de la luna de miel, la vida juntos y a los tres meses Alejandra decide ir por su perro amado, se lo lleva a su casa y tratan de vivir los tres juntos pero fue imposible. Lo llevaron de regreso a casa de la mamá y Alejandra que la visitaba diario iba y disfrutaba al perrito. Cuando el perrito veía a Alejandra no quería que nadie se le acercara y les gruñía a todos, menos a la mamá que era la única que permitía que se le acercara.

Sin embargo, Alejandra salió embarazada a los tres años de casada, tuvo problemas con el embarazo y le dijeron que el perro no se debía de acercar. Se le notaba el sufrimiento del perro. Por desgracia, Alejandra pierde su primer hijo que hubiera sido una niña. El doctor le dice a Alejandra que tiene que esperar por lo menos un año para volver a encargar, entonces se embaraza de nuevo y tiene que dejar de tocar al perro.

martes, 9 de marzo de 2010

Video: Noticiero "Don Palabras"

Hola, ¿cómo estás? Te invito a ver el video sólo haz click en la palabra correspondiente. Espero que sea de tu agrado y utilidad.